Amado Nervo: Amor mío, dime adiós

“Lloró demasiado”, objeta ese juez tan injusto que es el tiempo a la poesía de Amado Nervo; pero le perdonó su fervor a aquel poema a su esposa, Ana Cecilia Luisa Dailliez, inmóvil en su lecho de madera, “el estuche de muerte”, como le dice la norteamericana Susan Sontang, a quien nunca leyó. Hasta inventaron […]