José Enrique Rodó: los dioses del aire y de la razón
Murió pronto, apenas conoció sus cincuenta años, cuando iba camino hacia Grecia, “su abuela Grecia”, la Hélade de su pasión modernista y su obstinación por convertir en metáforas la luz y la sombra, la perfección y el desorden, es decir, la divinidad positiva y la divinidad negativa shakespereana de La tempestad en su libro Ariel; […]